David Acevedo "La camiseta no se besa: se honra".

UN GRANDE "La camiseta no se besa: se honra". DAVID ACEVEDO;Nacio el 20 de febrero de 1937 en la Ciudad de Santa Fe.

 Unas de las Formaciones de 1957- J.Varacka,Scherl, V.Rodriguez ,Bendazzi, Acevedo y  Cozzi:,Cervino,Raffo,Bonelli,O.Lopez y Cruz

 

 

Se inicio en la novena division de Independiente en 1950.Debuto en primera el 17 de junio de 1957 en Independiente 0,Tigre 0;Jugo hasta diciembre de 1968.con un total de 228 partidos y 4 goles señalados.el primero a Rogelio Dominguez el 26 de abril de 1964 en Independiente 3,Velez 1;Fue campeon con Independiente en 1960,1963 y Nacional 1967.Obtuvo la Copa Libertadores de America en 1964  1965 y jugo las finales Intercontinentales con Inter en esos mismos años

                                             Los puestos cambian pero el jugador queda


David Acevedo jugó doce años en Independiente y siempre fue titular, aunque para mantenerse entre los once tuvo que pasar por tres posiciones distintas. "Mi vida en el club fue una lucha constante", asegura

Una vez, Brandao lo mandó al cine a despejarse, pero David jugó en Reserva "para demostrarle que estaba equivocado".
David Acevedo defendió durante doce años la camiseta de Independiente en Primera. Durante todo ese tiempo acumuló títulos y más títulos: fue campeón de tres torneos locales y también ganó las Copas Libertadores del 64 y 65. Y siempre fue titular. Tuvo que cambiar de puesto en dos oportunidades, le trajeron varios competidores, desde las inferiores también aparecían pibes que querían sacarle su lugar, pero él seguía firme. De cuatro, de cinco o de seis -como llama a los ubicaciones que ocupó-, Acevedo estaba entre los once que salían a la cancha. "Debuté como número cuatro, reemplazando a Britos. Yo jugaba de cinco, pero Adolfo Pedernera, quien era el técnico, me dijo que me iba a cambiar de puesto y me prometió que si cumplía, siempre me respaldaría", recuerda David, quien trabaja en una aseguradora.

-Siempre tenía competidores en el puesto que jugase. -(Se agarra la cabeza) Terrible. Mi vida en Independiente fue una lucha constante. Me entregué con todo, aunque siempre digo que al club no le pude dar todo lo que me dio. Cuando me dejaron libre, vino el periodista Osvaldo Ardizzone a mi casa y me preguntó si estaba triste. "Los dirigentes pasan, la institución queda. Hablar mal de Independiente es como que un hijo hable mal del padre", le respondí.

-¿Con quiénes tuvo que luchar? -Primero con Pipo Ferreiro como número cuatro. Cambié de puesto -pasé a ser cinco- y fue un alivio para los dos. Ahí, me trajeron a Guidi, de Lanús, y a Minni, de Rosario Central, y surgía Paflik de las inferiores, pero siempre jugaba yo. Hasta que llegó Pastoriza. Brandao, el técnico del equipo, vino a comer a mi casa y me dijo que jugaría el Pato. Lo miré y me pidió que me quedara tranquilo, que me iba a poner de seis y así alargaría mi carrera deportiva. Me llamó la atención, pero tenía razón.

-Ahí se quedó sin su puesto natural. -Sí, porque me gustaba el medio, entonces me adelantaba y ayudaba. Jugábamos con 4-2-4 y varios equipos ya se paraban 4-3-3. Pastoriza le decía a Brandao: "Escúcheme, Maestro. Ahora jugamos contra Racing y vienen Mori, Rulli y Maschio. Nosotros somos sólo Savoy y yo". "Deje de fumar -le res pondía Brandao-. David no va a ir al medio, tiene otros problemas atrás". Había que correr en el medio, pero adelante quién paraba a Bernao, Yazalde, Artime y Tarabini.

-¿Al final de su carrera con quién peleó por un lugar? -Ahí no compraron a nadie, fueron saliendo pibes de las Inferiores como Héctor Zerrillo. Aunque también peleé con Rolan, cuando él dejó de jugar de tres.

-¿Alguna vez dejó de ser titular por mucho tiempo? -He perdido el puesto con Ferreiro, Rolan, Paflik, pero volvía enseguida. Una vez, Brandao me sacó y me mandó al cine 

para despejarme. Pero le dije que iba a jugar en Reserva para demostrarle a él y a la gente que estaban equivocados. Qué iba a andar viendo películas y descansando, por favor.